En la entrada anterior vimos los errores más frecuentes que solemos cometer a la hora de realizar nuestras presentaciones, pero ¿qué suelen tener en común las buenas presentaciones?
Aunque hay muchas diferencias de una presentación a otra (audiencias, tiempo, lugar, contenidos, etc), sí que podemos fijar una serie de coincidencias que valen para todas:
- Tienen una idea por diapositiva.
- Son un complemento visual para el presentador.
- Tienen en cuenta la simplicidad.
- Emplean principios básicos de diseño.
- Han dedicado tiempo (mucho) de preparación y ensayo.
- Conectan con la audiencia (empatía, historias, interacción…)
Cada uno de estos puntos, y otros, será necesario incidir en más profundidad.
Pongamos hoy dos ejemplos de malas presentaciones:
Y de dos buenas: